Prácticas del Lenguaje. Seño Carola y seño Vanina. 25/08/2020
HOLA CHICOS Y CHICAS DE 4º, ¿CÓMO ESTÁN?
Esta semana vamos a seguir leyendo fábulas.
Los protagonistas de la fábula que van a leer hoy son una zorra y una cigüeña. ¿Recuerdan cómo son estos animales? ¿Y sus bocas? Esta es una información importante para la historia: la zorra tiene un hocico y la cigüeña, un pico muy largo y puntiagudo.
Ahora sí les pedimos que lean la fábula de la zorra y la cigüeña. Pueden hacerlo solas y solos o pedirle a alguien que las y los acompañe en la lectura.
LA ZORRA Y LA CIGÜEÑA
Hacía mucho tiempo que la zorra y la cigüeña no se veían, cuando un día se encontraron por casualidad. A la zorra le molestaba el airecito altanero con que caminaba la cigüeña y se le ocurrió hacerle una broma. Después de saludarla amablemente, la muy astuta le dijo, zalamera:
—Para celebrar nuestro feliz encuentro, te invito a cenar a mi casa.
La cigüeña aceptó complacida creyendo en la sinceridad de la invitación y, poco después, estaban las dos conversando tranquilamente en casa de la zorra. Cuando la cena estuvo lista, la anfitriona hizo pasar a su invitada al comedor. Una exquisita y fragante comida las esperaba. Pero la maligna zorra había servido todo sobre platos lisos como la palma de la mano y, mientras ella comía a dos carrillos, la pobre cigüeña, con su largo y puntiagudo pico, no pudo probar bocado.
Como era muy educada, disimuló su malhumor y fingió que le había agradado la cena. Pero
–de más está decirlo– se dio perfecta cuenta de la pesada broma de su vecina.
Poco después, volvió a pasar la cigüeña frente a la casa de su astuta amiga y, luego de saludarla, le preguntó:
—¿Estás ocupada hoy?
—No, mi querida —respondió la zorra.
—Entonces —propuso la cigüeña, con falsa amabilidad—, me encantaría invitarte a cenar a mi casa. Quiero devolverte la atención que tuviste conmigo.
La zorra pensó que era una excelente oportunidad para comer bien sin gastar un centavo y aceptó complacida.
Llegaron a la casa de la cigüeña y, luego de charlar un rato, la anfitriona hizo pasar a su invitada al comedor. También aquí las esperaba una riquísima comida, pero no sobre platos lisos, sino dentro de panzudas botellas de largos y finos cuellos. Desde luego, la cigüeña devoró cuanto quiso, porque con su larguísimo pico podía llegar hasta el fondo de la botella. La zorra, en cambio, pasaba y repasaba su hocico por el borde, estiraba la lengua y solo lograba lamer el frío vidrio.
—Por lo visto, amiga zorra, te ha gustado mi comida tanto como a mí me gustó la tuya. Sin chistar y con la cola entre las patas, la zorra se volvió a su casa con la panza vacía. El tramposo no puede protestar cuando le devuelven su trampita.
Versión libre de la fábula de Esopo
LUEGO DE LEER, VAMOS A COMENTAR EN EL GRUPO DE WHATS APP LAS RESPUESTAS A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
¿Conocían esta fábula?
• Cuando la cigüeña fue a la casa de la zorra no pudo comer. ¿Por qué? ¿La zorra no se dio cuenta de que esto iba a pasar o lo hizo a propósito? ¿Cómo se dan cuenta?
• Cuando la cigüeña invitó a la zorra a su casa tenía un plan. ¿Cómo se dan cuenta? ¿Cuál era el plan de la cigüeña? ¿Logró su objetivo?
A CONTINUACIÓN TRABAJEN EN LA CARPETA, ESCRIBAN EL DÍA COMPLETO, EL TÍTULO DE LA FÁBULA Y REALICEN LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES:
Copien los hechos que se narran en la fábula en el orden en el que suceden.
• La zorra invitó a su casa a la cigüeña y, a propósito, le sirvió la comida en un plato liso.
• La zorra soportó sin quejarse la broma de la cigüeña.
• La cigüeña se dio cuenta de la intención que había tenido la zorra, pero no dijo nada.
• La cigüeña invitó a la zorra a su casa y, a propósito, le sirvió la comida en una botella de pico largo.
Respondan: ¿qué enseñanza deja esta fábula? Escríbanla con sus palabras.
LEEMOS, CHARLAMOS Y ESCRIBIMOS, QUE LINDOS MOMENTOS
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